Carta a @Buenafuente
Querido Andreu,
Después de leer tu post ‘El odio‘ no me queda otra que responderte con el corazón en la mano. En primer lugar decirte que no estoy aquí para defender a nadie que te haya faltado al respeto tras tu entrevista a la ministra de ¿Cultura?, Ángeles González-Sinde, pero sí decirte que al igual que muchos en este país te reímos las gracias, porque eres un tipo muy gracioso, tú tendrás que ‘apechugar’ cuando la gente te critica porque no le gusta algo de lo que has hecho. Así que tú no eres el que tiene que permitir o no que se te juzgue por muchos años de profesión que tengas. Todos somos susceptibles de ser juzgados por muy importantes que nos creamos.
También deberías tener en cuenta que no es lo mismo el odio que la decepción. Quieras o no, tú eres uno de esos ‘gurús’ de Twitter y en estas situaciones se espera algo más de ti que una simple y complaciente entrevista a una señora que ha impuesto las condiciones de un lobby a toda una ciudadanía. Un gran número de seguidores conllevan una gran responsabilidad, si no, pregúntale a Vigalondo.
Planteas que de dónde sale tanta agresividad. ¿Te lo cuento o te lo explico? Esta ley apoya a gente como Alejando Sanz, Ramoncín o Pau Donés. Todos ellos han insultado a la ciudadanía española (literalmente) con el apoyo de la que ahora parece es muy amiga tuya. En tiempos de crisis lo único que han hecho ha sido intentar mantener sus privilegios, además de intentar no pagar todo lo que se debe…
Además insistes en la idea de la transformación de la industria, algo que todos conocemos y con el que estamos de acuerdo, pero obvias el hecho de que esa industria de la cual su máximo exponente es la señora a la que tú entrevistaste, se niega a ver ese proceso de transformación y solo pretende mantener unas condiciones que no se adecuan al presente. Del futuro, ni hablamos. Y escúchame una cosa, déjate de ruinas, que ninguno de los que estaban en la gala de los Goya tenía cara de muerto de hambre.
En lo único que estamos de acuerdo es en que hacen falta toneladas de pedagogía. En poco más. Y mano izquierda, mucha mano izquierda por parte de la industria. Como la que demostró tu amigo y gran director @Alexdelaiglesia. Y te lo cito para que nunca te olvides de que “sin público esto no tiene sentido, no podemos olvidarlo jamás“.
Y si, yo también quiero un país civilizado, bien comunicado y con sentido del humor.
Atentamente, un servidor.
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