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yo me uno ,Soltad a Shi Tao, cabrones!

yo me uno ,Soltad a Shi Tao, cabrones!

Soltad a Shi Tao, cabrones!

Hoy nos ponemos un poco serios para hablar de una cosa que nos toca bastante los cojones: el gobierno de China en general y su permanente censura de Internet en particular. No podemos hablar de todas las maneras en las que el gobierno chino escupe en los Derechos Humanos porque nos llevaría mucho tiempo y espacio (además para asuntos internacionales ya está nuestro blog amigo Crónicas desde la Frontera). Pero sí hablaremos de Shi Tao. Quizá porque su caso tiene que ver con Internet y en Scarafaggio somos del tipo de personas que, si tuvieran que elegir entre que se fuera la luz o la conexión a Internet, encenderían unas velas.

Shi Tao es un periodista y poeta chino, y si queréis saber qué le pasa, continuad leyendo. De momento una foto para que le pongáis cara, aquí le tenemos.

Pues lo que le pasa a Shi Tao es que se está pudriendo en la cárcel por haber mandado un email. Allá por 2004, el gobierno chino escribió a los periodistas para decirles que, debido al 15ºaniversario de la matanza de la Plaza de Tiananmen, se esperaba la entrada en el país de activistas chinos que viven en el extranjero para protestar, reivindicar, pedir democracia…en fin, esas cosas tan molestas y, sobre todo, tan nocivas para la buena salud mental y moral del pueblo chino. El objetivo no era informarles de esto, claro, sino dejarles bien clarito que ni se les ocurriera publicar nada al respecto, ni hablar de ello, y que había que seguir las políticas informativas oficiales al pie de la letra.

Total, que el amigo Shi Tao mandó un breve resumen de esas instrucciones a la Asia Democracy Foundation para que vieran el percal, a través de su cuenta personal de Yahoo, y ahí la jodió. El gobierno le pidió a Yahoo que rastrearan la IP, cosa que la compañía hizo sin preguntar nada (como tantas empresas que siguen las normas del gobierno chino para poder enriquecerse allí) y a Shi Tao le cayeron diez años de cárcel en un juicio secreto. Y ahí sigue, separado de su mujer y su hijo.

Como en general a los gobiernos occidentales le cuesta mucho, muchísimo, decirles nada malo a los discretos señores del Partido, os animamos a sumaros a la campaña de recogida de firmas que lleva a cabo Amnistía Internacional para que dejen que este hombre vuelva a su casa con su familia. Y si os animáis, compartid este vídeo por ahí:

A lo mejor os sorprende este arranque de activismo que nos ha dado, pero es que el tema del control de Internet nos enerva especialmente, de ahí que tengamos a la venta esta camiseta diseñada por el gran Pepe Medina. A la gente le cuesta un poco pillarla a primera vista, pero gracias a campañas como la de Amnistía, es de esperar que poco a poco empiece a ser más evidente para la opinión pública la gran vergüenza del gobierno chino.

PD: Quizá sea innecesario explicarlo, pero es evidente que hay que ser lo bastante sensatos para diferenciar a los pueblos de sus gobiernos. Lo que quiero decir es que, personalmente, tengo una estupenda impresión de todos los (pocos) chinos que he tenido la suerte de conocer, y que comparto plenamente este mensaje que vi una noche saliendo del Low hace ya varios años.

 

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