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WikiLeaks y nuestra democracia

No hay duda. Han matado cientos de civiles exclusivamente en puestos de control. Entre ellos discapacitados mentales, invidentes o simplemente conductores que no vieron a los soldados o no entendieron sus indicaciones. Der Spiegel hace hincapié en “la generalización del miedo que paraliza a los soldados de la última superpotencia que queda en el mundo”. De la parálisis al movimiento rápido de gatillo… Torturar hasta la muerte era una práctica cotidiana y conocida por las tropas de EE.UU. Mucho peor, después del escándalo de Abu Ghraib.se habrían producido todavía cuarenta y dos casos de torturas praticadas por las propias fuerzas de EE.UU, incluyendo el uso de descargas eléctricas, palizas, la cura del agua y simulacros de ejecución.

En casi la mitad de estas aberraciones documentadas los torturadores contaron con la asistencia y colaboración del personal médico del ejército de EE.UU. Para The Guardian la orden Frago 242 revela una instrucción clara para ignorar los abusos a detenidos por las autoridades iraquíes. Una licencia para torturar. Para The New York Times es como mínimo un “encogimiento de hombros institucional”.

... y Obama entregó a los detenidos a pesar de las denuncias de tortura. Hecho que The Bureau of Investigative Journalism considera sobradamente documentado y que los grandes medios, también españoles, minimizan o prefieren pasar de soslayo.

En esta pesadilla, que no lo es, se documentan innumerables ataques áereos que se han convertido en una continua carnicería de inocentes…. de hecho el 63% de las víctimas de la guerra son civiles.

Abu Ghraib

The New York Times no publicará ni uno solo de los 391.832 documentos que WikiLeaks ha filtrado a diversos medios de comunicación. Pero ya ha adelantado una primera opinión de lo que ha visto y lo que sabe.

1. Las muertes de civiles iraquíes – en manos de otros iraquíes y de los militares estadounidenses son mucho mayores que las cifras hechas públicas en los Estados Unidos durante la administración Bush.

2. Si bien el abuso a los prisioneros en Abu Ghraib conmocionaron al público estadounidense y de todo el mundo, los nuevos documentos muestran un panorama aún más espeluznante.

3. La guerra en Irak dio lugar a una dependencia de contratistas privados en una escala desconocida, hasta el punto de haber más contratistas que soldados.

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