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Pablo Soto

Pablo Soto

Pablo Soto se enfrenta desde el martes, en un juicio público, a la mayor demanda interpuesta por las discográficas en España contra un creador de programas de intercambio de archivos

¿Qué hubiera ocurrido si Vinton Cerf, el padre de Internet, hubiera decidido no conectar por primera vez varios ordenadores por temor a una demanda? Este es el espíritu de la defensa de Pablo Soto, durante el juicio que comienza el martes en Madrid y que enfrenta a este joven madrileño de 30 años con Promusicae (Asociación de Productores de Música de España) y las discográficas Warner, Universal, Emi y Sony BMG.

Esta es la mayor demanda en España contra un creador de software P2P. Los demandantes exigen 13 millones de euros al creador de los programas Blubster, MP2P y Piolet. Más allá de sus protagonistas y las cantidades reclamadas, lo que se debate es si el creador de una tecnología es responsable del uso que realizan de la misma los usuarios.

"Hay demasiados intereses empresariales en juego para que sea un debate superado", explica uno de los abogados de Soto, Javier de la Cueva, que no duda en afirmar que el fin que se busca con esta demanda es "criminalizar la innovación". Hace seis años, cuando la actual Promusicae se llamaba Afyve, envió a Soto un requerimiento notarial en el que le daban un plazo de 24 horas para retirar la posibilidad de descargar el programa Blubster. Soto decidió entonces no eliminarlo, y no volvió a tener noticias por parte de sus actuales demandantes hasta el año pasado. "El momento es la clave", puntualiza Soto. "En estos años han intentado movimientos judiciales contra usuarios y páginas de enlaces sin éxito. El único flanco que les resta por atacar son los programas", sostiene.

Promusicae, que acusa a Soto de "competencia desleal", reclama esos 13 millones de euros basándose en un cálculo de los usuarios que han descargado los programas hechos por su empresa, MP2P. El creador madrileño cree que "pedir esa cifra busca publicidad" y añade: "Interponer una demanda mediática como esta ya deja en el subconsciente que crear software P2P es una actividad delictiva". Público ha intentado, sin éxito, contactar con Promusicae para conocer su versión sobre este caso.

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