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NoLesVotes, más allá de la 'Ley Sinde'

Arrancó como una protesta contra la 'Ley Sinde' cuyo objetivo era boicotear en las próximas elecciones autonómicas del 22 de mayo a PSOE, PP y CiU, los tres partidos que votaron a favor de la normativa, y se ha convertido en una clave de protesta general cada vez que un partido político hace algo que no gusta a los ciudadanos: 'No les votes' es el lema, '#NoLesVotes' la etiqueta para protestar en Twitter y 'NolesVotes.com' la página web que por ahora informa y aglutina la protesta.

Con la última decisión del Gobierno de limitar a 110km/h la velocidad en las autopistas la etiqueta se ha vuelto a disparar. Durante el anuncio de Rubalcaba y las horas que lo han seguido han llegado miles de mensajes que, a través de Twitter, en los comentarios de ELMUNDO.es o en diversos foros, mostraban el descontento ciudadano con la nueva limitación de velocidad.

Entre los comentarios más repetidos en torno a la decisión estaban las quejas porque podría tratarse de una medida recaudatoria encubierta, pero también hay muchas personas que lo consideran algo absurdo. También, por supuesto, hay un enorme espacio para el humor con el 'hashtag' #110facts. Pero, sobre todo, hay un descontento latente.

 

"Para cuando formará #nolesvotes un partido politico?", se pregunta un usuario. "Este sistema se acaba, y hay que escoger si queremos o no hundirnos con él", escribe Carlos Sánchez-Almeida, compañero y autor del blog 'Jaque Perpetuo'. Junto a "No les votes", además, surge poco a poco otro lema: "No propongas, haz".

Pero una cosa es manifestarse en Twitter y otra ponerse manos a la obra. La gran pregunta, a 85 días de las elecciones autonómicas y municipales, es cuánta gente está dispuesta a abstenerse en las próximas elecciones o a votar a partidos minoritarios: en el primer caso habría que aclarar que la abstención sirve de poco en España porque los escaños se reparten igual y en el segundo sería necesario preguntarse si hay algún partido con la infraestructura necesaria para hacer frente a los grandes, sobre todo a PP y PSOE. Partidos que, de momento, no tiemblan.

Y además hay que tener en cuenta que España no es Túnez ni Egipto. Allí el descontento, del que hubo indicios en la Red, se canalizó hacia los dictadores que dirigían regímenes absolutistas. En un sistema democrático como el nuestro la única opción de canalizarlo es a través de las urnas y mediante un partido serio con propuestas alternativas. Porque pese a la crisis y a las protestas en la Red, pensar que va a haber manifestaciones masivas en busca de un nuevo sistema de Gobierno es ser muy poco realista, por mucho que el sistema se acabe., como explica en este vídeo José Luis Sampedro:

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