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SINDICATOS RENDIDOS, ANTE QUÉ Y POR QUÉ ....porque va a ser

SINDICATOS RENDIDOS, ANTE QUÉ Y POR QUÉ ....porque va a ser

Al hilo de mí último escrito, (Sindicatos y pensiones, ¿ni un ápice de autocrítica?   http://www.iugordon.com/sindicatos-y-pensiones-%C2%BFni-un-apice-de-autocritica/) Ricardo se hacía un par de preguntas que ampliaban y mejoraban, por sí solas y en una sola una línea, el valor de todo el artículo. También Alberto y Marley hacen buenas consideraciones.

Voy a dar mi particular punto de vista e intentar responder a esas dos cuestiones que considero son de vital importancia para los trabajadores.

Una nota aclaratoria inicial.

Para entender mi opinión es necesario conocer qué pienso yo de quién es y cómo es el sindicato. El sindicato somos todos, sin exclusiones, desde el primero hasta el último de sus afiliados. Y en esa línea defiendo que el sindicato es el reflejo exacto del “cuarto de aseo”, es decir, es la imagen exacta de todos los trabajadores. Si nosotros, los trabajadores, fuésemos más reivindicativos, tendríamos otros dirigentes más reivindicativos, si lo fuésemos menos (¿se podría?) los dirigentes lo serían menos también.

 

Partiendo de ésta, mi personal visión de lo que es un sindicato, la respuesta a la primera pregunta que se hacía Ricardo es sencilla, ¿Ante qué se han rendido? Solo pueden rendirse ante el enemigo, llámese patrón, banco, mercado, sistema…, otra cosa es quién ha firmado el acta de capitulación. Por un lado lo han firmado nuestros representantes elegidos, (con todas las carencias democráticas internas que se quiera, pero al fin elegidos y tolerados), y por el otro los representantes de la otra parte, es decir el PSOE (pudo elegir en qué bando estar, y eligió) y la CEOE.

Más compleja, de más extensa reflexión, es el alcance de la segunda pregunta, ¿Por qué se han rendido? Aquí tenemos que partir de la presunción de integridad de nuestros representantes, otra cosa es que discrepemos de sus fundamentos, de su actitud e incluso de su aptitud. Son, ya lo he dicho, el reflejo de la “Clase trabajadora” y hoy esta Clase no está por el sacrificio, por la huelga, por la movilización. Las cúpulas dirigentes de los sindicatos son, hoy en día,  meros gestores de servicios, expertos comunicadores, tecnócratas impasibles, flemáticos leguleyos, oficinistas aburguesados…, son lo que les hemos pedido que sean y lo que les hemos permitido ser.

Entonces, ¿por qué se han rendido? Lo han hecho porque les ha dado miedo la confrontación, porque han tenido miedo a una posible derrota (como que los sindicatos nunca hubieran perdido una batalla, cuestión ésta, la capacidad de levantarse tras una derrota, que es, precisamente, en donde han asentado su prestigio). Se han rendido porque ellos, personalmente y como cúpula dirigente, no estaban dispuestos a dar el paso final: desenmascarar e identificar a quien nos agrede. Ponerle siglas, nombre y apellido. Insisten en no informar a los trabajadores de que a ese enemigo se le vence también, y sobre manera, en las urnas. Ahí está la clave. Las cúpulas sindicales se han esterilizado tanto, se han vuelto tan asépticas, que han olvidado cuál es la esencia de su modus vivendi.

Y uno ya no entiende nada, o lo entiende todo, cuando ve la ubicación actual de los dos últimos Secretarios Generales de CC.OO, (uno dormitando en el PSOE  de los recortes laborales y el otro dejándose querer por la UPyD). Para echarse a llorar.

Sucede que a nuestros dirigentes sindicales no se les va de la mente la derrota que sufrieron, en 1984, las Trade Unions ante “la Dama de Hierro” Margaret Thatcher. En el recuerdo pavoroso  de esa derrota está basada toda la estrategia sindical (mayoritaria). Y se equivocan, gravemente, al enarbolar continuamente la bandera del miedo, y nos equivocamos nosotros al dejar que nos asusten. Pero podemos hacer algo, podemos elegir representantes sindicales que, sin ser descerebrados aventureros, sean más contundentes, menos temerosos. Debemos, tenemos, que elegir sindicalistas vocacionales no profesionales.

Un apunte que liga los dos párrafos anteriores. A las Trade Unions no se las derrotó solo en las barricadas, su derrota, su acta de defunción estuvo en las urnas cuando el pueblo, en 1987, volvió a elegir a Margaret Thatcher como Primera Ministra. Por eso es erróneo pensar que fue Margaret Thatcher quien ejecutó a las Trade Unions, cuando, en realidad, fue el pueblo, también adocenado y estupidizado por “las teles”, quien firmó su finiquito.

Y aunque parezca que me estoy saliendo del tema en cuestión no lo hago, de aquellos polvos (Tatcher-Reaganianos) vienen estos lodos actuales. El concepto de sindicato y sindicalismo, su forma de actuar, de ser, de pensar, de plantear, de defender, de reivindicar, todo viene dado por la victoria que el liberalismo Tahcheriano impuso a los sindicatos en 1987. Victoria con votos obreros, os recuerdo.

De esos lodos han bebido nuestros dirigentes sindicales. Y ahí está la verdadera razón de por qué se han rendido.

Lo han hecho porque tienen miedo a la derrota, a su derrota, ”lo que ellos llaman eufemísticamente “salvar el sindicato”, y porque no quieren desenmascarar  y ubicar en el sitio que realmente le concierne, con siglas, nombre y apellido, al socioliberalismo.

En definitiva Ricardo. Se han rendido ante el Poderoso Caballero y lo han hecho porque, nuestros dirigentes actuales, de sindicalistas tienen lo que yo de obispo. Y de valientes, menos aún

Salud, república y + sindicalismo de Clase

que nos queda.....la lucha a ostias,piedras,palos...como esta pasando en casi todo el planeta.a la mierda los gobiernos....

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